KHRONOS

Me pasma en el marimbeado tiempo d’éstos tiempos del calentamiento global, que orgullosamente atiendan los cambios del tiempo a total destiempo. La Cencia (de la Tierra es Plana) presume predecir el tiempo extraviándose todo el tiempo.
  Antiguos relojes de Sol dividían al tiempo entre el mismo número de horas, desde amanecer hasta anochecer: 12 horas ‘a tiempo largo’ de Verano y doce horas 'a tiempo corto' del Invierno. En éstos tiempos modernos con relojes autómatas de cuerda sin relatividad, salen con boludeces como cambiar la hora de Verano para ahorrar electricidad y si acaso recibo mi recibo de luz a tiempo, es más caro en tiempo de Verano que’n tiempo de Invierno. Digo, allá por los Polos con seis meses de día y seis meses de noche, quizás ahorren algo gracias a la iluminación de las Auroras, pero NO por cambiar la hora. El tiempo SiEMPRE debería estar a tiempo con el Sol, como la chispa de los platinos en mi Combi debe estar a tiempo con el PMS (notita desconchavadita: NO, mi Combi no sufre del Pre Menstrual Síndrome: acá me refiero al Punto Muerto Superior = cuando el pistón alcanza el cénit). Cada hora Solar representa un meridiano y NO está a tiempo con las cuerdas relojeras. Absurdamente, nos hacen creer qu'el Sol se desvela en tiempo de Verano y es perezoso en tiempo de Invierno: todo tiempo nacen los Días a tiempo saliendo el Sol y no por autómatas de pulsera y menos al Mediodía.

  El reloj de cuerda se inventó para saber en qué meridiano navegaban las naos saqueantes del imperio en aquél tiempo que´l Diosito Papa, por adicción al Oro nos concedió: a la Tierra ser redonda, a los indios tener Alma y a la BrujaVerde (GreenWich) marcar el Zero -sin tostarla en leña verde-. Se dividió nuestra pelota planetaria en 24 gajos imaginarios, bautizados como Meridianos. Los saqueadores comparaban la hora de su reloj al tiempo que'l Sol alcanzaba su cénit o mediodía, porque únicamente ahí sincronizaban los tiempos de tantos relojes autómatas en todas las latitudes del Astrolabio, con la hora de la Bruja Verde. Tiempo y Distancia son medidas humanas complementarias nada reales y muy Euclidianas, como éstos tiempos cibernéticos adonde votan los muertos y chateamos a solas todo el tiempo.

  En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, cambiábamos la hora para destantear a los enemigos que todo el tiempo espiaban nuestros mensajes. Como resultado, destanteamos tanto al enemigo que a la hora de la hora, no solamente perdimos la guerra sino la Germania entera, quedando ocupada y partida por largo tiempo.
GRANiCERO                  TiEMPERO
  Cada tiempo de granizo, salía mi compadre Lucio -escogido por el Rayo- con un sahumerio lleno de copal sobre tizones y yo acompañábalo todo el tiempo por curiosote y metiche. A la hora de controlar al mal tiempo que ni con satélites de la NASA predecimos a tiempo, ahí mero juntito a mi compadre Lucio siempre tan impasible todo el tiempo, me colocaba bajo una lluvia de ensordecedores rayos -"ésto no es como el chispazo de una bujía ni sabe a jugo de tomate" mi mente divagaba a destiempo- entre un alrededor tan lleno de árboles que hasta'l bosque lo tapaban, a tiempo que’l granizo nos tupía con estruendosos rayos cada vez más cegadores y aminorando la muy poca distancia. Despertaba mi curiosidad y espanto ver de cerca tantos Rayos naciendo de los árboles, buscando nubes que destripar para sacarles los granizos.

  -"Oiga don Lucio, que la granizada vá pa Totolapa y están a tiempo de cosechar la milpa".- Sin retirarse de la lluvia, al tiempo que su sahumerio hacía la Cruz a cada uno de los Cuatro Vientos -alumbrados por tupidos rayos todo el tiempo- replicaba mi compadre: -"Es responsabilidad de allá tener su Granicero pa detener la granizada a tiempo"- siempre impávido frente aquellos cegantes ensordecedores.

  Llegó un tiempo en que cada dormir y despertar a la hora mañanera de abrir mis ojos, el tiempo avanzaba los Candelarios Erróneos por varios días, a veces semanas y hasta meses. Todo el tiempo me encontraba sin saber ni qué estaba haciendo, mucho menos sabía en cuánto tiempo iba a terminar aquello que ignoraba hacer. Cuatro años del Candelario para mí fueron menos de seis meses. E insisto, todo ése tiempo los equivocados fueron los Candelarios por Euclidianos. Curioso cómo en aquél ahorita d'entonces, el tiempo pasó sus cartas sin pasado inmediato. En ése tiempo llegaron los paracaidistas y salté otra vez -después de cuatro años-. A la hora de poner los pies en la tierra me abrazó Mnemósina, ni sabía antes que estaba en pleno olvido: olvidé que olvidaba viviendo contento mi tiempo de rancia ignorancia, contento que no se eliminó al recordar lo olvidado, menos mal: ventajas de vivir a tiempo con el Valemadrismo alcanzando su inalcanzable cénit.
SiEMPRE es HORA de no HACER NADA


Enlace: Candelarios Erróneos (1991/2001)

2 comentarios:

Tara dijo...

Primero de todo Jean Loup volverte a felicitar por tu magnífico y especial blog en el que, como siempre, me encantan tus dibujos, tu armonía con la naturaleza, tu sentido del humor y de la conciencia de que solo estamos en este mundo prestado por un tiempo o Kronos que hay que aprovechar.

un AUTiSTA DiSLÉXiCO dijo...

Gracias Capitana, éste grumete contestando a destiempo, pa variar invariablemente.